...
El pie izquierdo no me quiere hacer ni caso. Impotente, sobrepasado por la situación, se mantiene inmóvil sobre la sólida escalerilla de aluminio.
Frío y silencioso, el extraño atardecer azul proyecta tras de mí una sombra irreal, que se dibuja larga y grotesca sobre un solemne páramo de rocas azotadas por el viento y los rayos cósmicos.
Mientras tanto, millones de personas permanecen atentas al sonido de mi respiración, esperando oír de nuevo algo parecido a aquel “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad”. Pero yo he olvidado mi frase.
...
Evocador, sí.
ResponderEliminarY evocados de forma recurrente Calvin y Hobbes :)
(A ver su hago algo ya en mi blog yo, que muerto lo tengo)
Queremos más cosas! :)
ResponderEliminarGracias. La verdad es que comentarios así me animan a escribir :)
Eliminar